Dubai es una ciudad impresionante, intensa y desenfadada, uno de los siete emiratos que conforman los Emiratos Árabes Unidos, y el que mayor crecimiento ha vivido desde los años 90, gracias a la inyección de dinero producto de la explotación de las reservas petrolíferas y el establecimiento de las multinacionales.
Esta bonanza económica queda de manifiesto en el sin-número de proyectos arquitectónicos vanguardistas que nos dejan con la boca abierta y gozan de la admiración de los arquitectos especializados. Proyectos como los del Hotel Burj Al Arab, The Palm, The World, la cancha de esquí techada más grande del mundo, La Ciudad Internacional de Dubai, sus inmensos campos de golf que gozan de fama mundial, por mencionar algo, nos advierten del deseo del emirato de alcanzar una visibilidad mundial especial que connote gusto por los placeres y el lujo.
Sin embargo, este crecimiento urbano abrumador, que ostenta varios de los hoteles más altos del mundo, no ha caído en el fácil caos al que vemos sometidos casos similares. La ciudad es testimonio del interés por un crecimiento ordenado que ha ido de la mano con el diseño de una vasta e importante red de comunicaciones, del fortalecimiento de los medio de transporte publico, de la construcción de hospitales y escuelas.
El emirato reúne una variedad amplia de paisajes en un área muy pequeña. En un solo día, el turista puede experimentarlo casi todo: de las montañas rugosas y las dunas imponentes de arena a las playas arenosas y los parques verdes exuberantes; de las aldeas a los distritos residenciales lujosos; y de las casas antiguas con sus torres de viento a los más modernos centros comerciales. Estos contrastes dan a Dubai su sabor especial y una personalidad única.
Desde las épocas más lejanas, Dubai ha sido punto de encuentro donde se reunían el beduino del interior del desierto con el buscador de perlas, o el comerciante de la ciudad con el pescador del mar. Ya desde el siglo XIX, comerciantes de diferentes partes del mundo hacía escala en el próspero puerto de la ciudad e incluso comerciantes iraníes e iraquíes se trasladaron a la ciudad que se convirtió en lugar determinante en para las mejores transacciones comerciales de la zona. Este espíritu aún es posible encontrarlo el emirato, calidoscopio de culturas.
La visita al Museo de Dubai es imprescindible en cada viaje de turismo. Se encuentra dentro de la fortaleza maravillosamente restaurada de Fahidi, fundada alrededor de 1799 para defender la ciudad contra las invasiones. La colección diversa de los objetos que exponen muestra una historia rica y el acervo cultural de Dubai, sus dioramas coloreados de tamaño real representan la vida diaria antes del descubrimiento del petróleo. Las galerías evocan escenas de la cala, de las casas árabes tradicionales, de las mezquitas, los zocos, las granjas de dátiles, del desierto y la vida marítima.
La Cala, una ensenada natural del agua de mar que pasa por el centro de la ciudad, es el centro de vida histórico de Dubai. Un paseo a lo largo de sus orillas evoca las antiguas tradiciones del comercio de la ciudad. El visitante puede dejarse cautivar por la actividad diaria que allí se vive, por el alboroto de la carga y descarga de los dhows, pequeñas embarcaciones típicas que aún realizan las rutas comerciales antiguas entre lugares tan distantes como la India y África del Este. Una forma peculiar de gozar La Cala es tomar un taxi de agua que cruza la cala desde los zocos de Deira hasta los zocos de Bur Dubai del otro lado.
Los zocos o mercados tradicionales especializados de Dubai también forman parte de su atractivo. Podremos disfrutar de los siempre maravillosos zocos de alimentos; de su zoco del oro, en donde podremos adquirir joyas, barras, monedas, etc., de oro de 22 y 24 quilates a precios razonables; de sus zocos de alfombras; entre otros.
Por lo demás, también podremos disfrutar de la aventura y emoción propia de los países del desierto: excursiones al desierto, a los wadis (camas secas del río), a las montañas rocosas de Hajar o a las playas arenosas del litoral este del Océano Indio. Así como también combinar nuestra estancia en Dubai con visitas a los vecinos y cercanos emiratos que multiplicarán nuestras posibilidades de atracciones.

La ciudad

Sus edificios

La tradición

* Fotos de los usuarios kris belgium, Christian Ammering y Lieuwke de Jong del Woophy.

ciudad_rodrigo_escudo.jpgEn Salamanca, en el corazón de Castilla y León, a sólo 20 kilómetros de la frontera con Portugal, se levantan las murallas que encierran y protegen a Cuidad Rodrigo.
Su situación privilegiada la ha hecho vivir activamente la historia y los acontecimientos que desde su fundación tuvieron lugar en la región. Así, pues, no debe extrañar descubrir testimonios culturales e históricos de lo más diversos, desde vestigios pre-históricos como dólmenes o grabados rupestres en cuevas hasta los más recientes testimonios que sus muros aún conservan las huellas de la Guerra de Independencia contra Napoleón a inicios del siglo XIX.
El hecho de limitar con Portugal ha marcado su historia. En medio de los devaneos fronterizos, fue defendida tanto por caballeros portugueses o castellanos hasta que Isabel de Castilla, en el siglo XV, la ganó para su territorio y convirtió a Ciudad Rodrigo en uno de los tres puntos fuertes que custodiaban sus fronteras. Fruto de esto es la fortificación de la ciudad y su estructuración básicamente defensiva. Su posición geográfica, también, en el siglo XVI, dotó a la ciudad de una importante influencia de la comunidad de judía que había convertido Ciudad Rodrigo en punto clave en su ruta de hacia el exilio.
El visitante, al adentrarse en sus callejuelas medievales, podrá ser testigo de excepción de uno de los principales conjuntos histórico artísticos del oeste castellano. La ciudad guarda innumerables y destacados inmuebles declarados BIC (Bien de Interés Cultural), como el Castillo de Enrique II de Castilla, mandado construir por el rey Enrique II Trastámara en 1372, o su Catedral de Santa María de estilo románico-gótico, sus 2 kilómetros de murallas del siglo XII que protegen la ciudad, el Palacio neo-gótico de la Marquesa de Cartago, la Casa del Primer Marqués de Cerralbo, en la Plaza Mayor, que data del siglo XVI, y su misma Capilla, el Ayuntamiento, entre tantos otros edificios concentrados todos en un mismo lugar, que harán de nuestra visita un acierto.
De otro lado, la riqueza gastronómica de la zona harán las delicias de los que aprecian la comida tradicional. No se debe pasar por Ciudad Rodrigo sin probar su farinato, un embutido elaborado con miga de pan, grasa de cerdo, pimentón y especias, sus patatas meneás, su chanfaina y su hornazo. En cuanto a postres, destacan su bollo maimón, pastel típico, y el repelao.
Si, finalmente, visitas Ciudad Rodrigo no te debe extrañar presenciar alguna de sus numerosas fiestas tradicionales, por ejemplo, la fiesta de San Sebastián, del 20 de Enero, o la de San Blas, del 3 de Febrero, la Charrada en Sábado Santo, el festival más importante de folklore charro, el Lunes de Aguas, el primer lunes después de Pascuas, cuando todos disfrutan del típico hornazo en el campo, el Martes Mayor, el segundo martes de Agosto, cuando Ciudad Rodrigo se convierte a algo parecido a un mercado medieval, o la Feria del Teatro, en la última semana de Agosto. Aunque su fiesta principal sea la Fiesta o Carnaval del Toro, antes de Cuaresma, encierros a caballo, a pie, corridas, capeas, etc., en una fiesta de la que se tiene testimonio desde el siglo XV.

Visita Ciudad Rodrigo y sumérgete en su cultura.

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* Foto de Reino de León, usuario Panoramio.

Las Líneas de Nazca son más de 30 geoglifos de diferentes tamaños –el más grande mide 185 metros y el más pequeño encontrado hasta hoy mide 3 metros de diámetro. Estos sorprendentes dibujos se encuentran regados en una extensión de terreno de casi 50 Km. de largo por 15 de ancho, que se conoce como las Pampas de Nazca.

Las Pampas de Nazca son concideradas en la actualidad Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO y la conforman cuatro pampas: la pampa Palpa, Socos, Nazca e Ingenio, localizadas entre los kilómetros 419 y 465 de la carretera Panamericana Sur.

Las sorprendentes obras que guarda sólo pueden ser observadas desde 1500 pies de altitud. Es entonces cuando Las Pampas de Nazca se nos antojan como un inmenso tablero lleno de líneas rectas, anchas, angostas y de diferentes longitudes, que se cruzan de diversa manera y atraviesan un inmenso cuadrilátero a modo de una red de pesca gigantesca; en medio de estos dibujos geométricos intrigantes, veremos las populares figuras antropomórficas, zoomórficas y fitomórficas que dan que hablar en todo el mundo.

A estas alturas una de tantas preguntas que invadirán nuestra cabeza será: ¿Cómo es posible que estas imágenes se conserven intactas e imprecederas con el paso de los siglos, teniendo en cuenta que los más recientes estudios datan las líneas más antiguas al rededor del siglo V a. C.?

Para empezar, la región favorece su mantenimiento ya que es una de las más secas del mundo, con un promedio de lluvia de media hora cada dos años. La perenne visibilidad de los geoglifos se debe a que el suelo está conformado por dos capas: una superior de un color marrón-verduzco proporcionado por sus pequeñas piedras y con niveles de yeso que, gracias al rocío de la mañana, se endura; bajo esta capa se encuentra otra capa más bien amarillenta, que es la que resalta sus trazos. Las Líneas de Nazca son, pues, ligeras hendiduras en el suelo de no más de 30 centímetros de profundidad, favorecidas por la ínfima lluvia y humedad de la zona. Además, otro factor importante que beneficia el asombroso fenómeno de perduración de las obras más famosas de los Nazcas es que el movimiento del aire disminuye de a pocos centímetros del suelo, formando un colchón de aire caliente que proteje las figuras de los fuertes vientos.

 

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Su misterio

* Foto de Markotepek, usuario Woophy.

 

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Las líneas de Nazca fueron descubiertas por el científico Paul Kosok el año 1936, quien guiado por rumores de la existencia de misteriosas líneas en el desierto en la zona sur cercana a Lima -rumores que por cierto a ningún arqueólogo hasta entonces había interesado ya que la atención la centraban los grandes monumentos incaicos o pre-incaicos, las ciudadelas y fortalezas-, comenzó a recorrer las líneas, a limpiarlas, a trabajar a escala hasta que descubrió en sus bocetos y apuntes el dibujo de un pájaro en pleno vuelo. A partir de entonces se dedicó al estudio de lo que él entendía como el Libro de Astronomía más grande del Mundo.

Su alumna, Maria Reiche, continuó la labor de su maestro cuando éste volvió a su país, estudiando, limpiando con esmero y dedicación las líneas, descubriendo más dibujos, dando su vida a desvelar el misterio de una de las obras más bellas y enigmáticas que ha realizado el hombre.

Fue ella quien llegó a la conclusión de que se trataría de un calendario astronómico gigante que marcaría las estaciones del año y otros acontecimientos ligados a actividades agricólas de producción.

Sin embargo, lo impactante de la magnífica obra de geometría y astronomía de los Nazcas ha inspirado hipótesis más extravagantes, como la de Von Daniken, quien en su libro “La respuesta de los Dioses”, afirma que serían pistas de orientación y aterrizaje para naves extraterrestres.

 

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